martes, 23 de septiembre de 2014

Video!!!


Después de un largo trabajo hemos conseguido hacer nuestro video recuerdo de las espectaculares vacaciones en Islandia.

Bieeeeeen!!

viernes, 8 de agosto de 2014

Último día de relax en el Blue Lagoon.

Siendo nuestro último día en Islandia queríamos pegarnos un homenaje final, algo que nos dejase el buen sabor de boca que este país se merece y que fuese el colofón de nuestra visita. Pero no teníamos claro qué íbamos a hacer, y además teníamos el problema de acceso a internet que mencionamos en el anterior post. Comenzábamos el día con el pie izquierdo... y no iba a ser la primera torcedura.

Nos ponemos en marcha en busca de una cascada cercana, Glanni (las cascadas Troll). Encontramos a duras penas el desvío hacia la cascada a través de un camino de grava, pero a los 4 km nos vemos forzados a darnos la vuelta conscientes de que nos habíamos equivocado en alguna bifurcación. Volvemos al inicio del desvío, no sin antes dar de comer a unos amigables caballos islandeses que miraban con curiosidad como dábamos la vuelta a la caravana (yo los alimento, y Nita venga a hacer fotos...).


Logramos dar con las cascadas Troll de puro milagro, justo cuando ya íbamos a tirar la toalla. Quién iba a pensar que nada más coger el desvío había otro desvío escondido.


Resultaron ser un grupo de remansos interconectados por una serie de cascadas, donde habían montado un centro de pesca de salmones. Si hubiéremos tenido tiempo lo mismo se nos hubiese dado bien la pesca porque se podía ver a los peces remontando el río, pero aún nos quedaba un largo camino hasta Reykjavik donde queríamos hacer nuestra última parada.

Uno de los fiordos que teníamos que cruzar está conectado por una carretera convencional y por el único túnel subacuático de Islandia. Claro, con lo que nos gustan a nosotros las cosas especiales, no podíamos perder esta oportunidad, por el túnel que vamos! Resultó ser interesante cruzar el fiordo teniendo sobre nuestras cabezas 140 metros de roca, 40 metros de sedimentos y 100 de agua, casi igualito al túnel del canal de La Mancha. Aunque pensándolo parece un poco incoherente que estos islandeses aun tengan su carretera principal (la de circunvalación) con varios tramos de grava y en malas condiciones y se entretengan en construir un túnel así...

Ya en Reykjavik nos hemos acercado al centro comercial de Kringlan a resolver el problema de internet en la tienda Vodafone, a comernos una pizza en el Domino's mientras subíamos el post del día anterior, a hacer unas compras de última hora en alguna tienda chula, y a ver si eramos capaces de reservar con antelación en nuestra siguiente parada... The Blue Lagoon. Un Spa ubicado en una zona Geotermal que sabíamos iba a ser la guinda de nuestro viaje, un último golpe de relax para nuestras mentes y cuerpos cansados... y ahí va la última torcedura... no podíamos reservar online!! no nos dejaba!! Les mandamos un mail preguntándoles si había sitio para una pareja desesperada en su último día de viaje, y cruzamos los dedos para ver si nos respondían rápido y salir para allí... pero no obtuvimos respuesta...

Nos daba igual que no nos respondiesen... pensábamos conducir hasta allí y si era necesario pedirles de rodillas que nos hiciesen un hueco!!

Que sorpresa la nuestra cuando hemos llegado y nos han recibido con los brazos abiertos, sin problemas, y hemos podido poner nuestros cuerpos a remojo como fideos. Vaya sitio! aguas calientes de color azul, barros de distintos tipos para untarse todo el cuerpo, bebidas refrescantes en el mismo agua, tumbonas, saunas, baños de vapor... zzZZZZzzzzz...


Hemos salido tan relajados y con tan buen rollo que sólo nos faltaba buscarnos un camping en una zona cercana, Grindavik, hacernos una BBQ con unas cervecitas al ponerse el sol. Y dar por terminadas nuestras vacaciones en Islandia.


No podía haber salido mejor el viaje.

Mañana nos despedimos desde el aeropuerto!!

Nit&xOUe

Aventuras en la Península de Snaefellsnes.

Hoy os contamos nuestro día de ayer, ya que se nos acabó la cuota de Internet sin previo aviso, y la hemos renovado hoy.

Ayer era un día de los que había que aprovechar al máximo y recorrer, andar y visitar toda la península de Snaefellsnes.

A primera hora de la mañana fuimos a hacer unas rutas por el Parque Nacional de Snaefellsjókull, y para acceder a ellas metimos la caravana por un camino de empedrado volcánico.


La primera parada fue en Raudhóll para hacer una ruta alrededor del cráter de un volcán, sí, otro volcán, en esta isla cada montículo es o ha sido un volcán. La ruta nos ha gustado mucho a pesar de que el viento soplaba tan fuerte que el recorrido por la cima del cráter tuve que hacerlo agarrada a la mochila de xOUe para no volarme.
La parte final del recorrido fue al lado de un riachuelo muy bonito que nos regaló algún salto de agua la mar de interesante.



Las siguientes paradas fueron para ver un par de cataratas, la primera la Cascada Klukkufoss, a tan sólo 20 minutos de donde aparcamos, y en la que nos motivamos tanto que hicimos la bajada de nuevo a la caravana corriendo por el sendero.




Vista esta catarata le tocaba el turno a Snekkjufoss, cuyo camino de acceso era tan llano que parecía increíble que en algún momento fuese a aparecer una cascada. Pero una enorme fisura en ese terreno tan llano nos descubrió el salto de agua que andábamos buscando.



Después de estas 3 bonitas visitas con sus correspondientes caminatas, desandamos el camino de tierra para volver a la carretera principal y poner rumbo al siguiente destino, la Playa de Djúpalónssandur. Esta playa tiene bastantes curiosidades, la primera el enclave en el que está, con un acceso a una playa de arena/piedra volcánica entre grandes rocas.


Al comienzo de la playa hay unas piedras, llamadas piedras de levantamiento, que antiguamente se usaban para medir la fuerza de los aspirantes a pescadores. Desde la más pequeña de 23 kg (fracaso), 54 kg (débil), 100 kg (fuerte), hasta la de 154 kg (muy fuerte), el levantar unas u otras condicionaba el ser apto o no para la vida en el mar.
Empezamos yo por la más pequeña y xOUe por la siguiente, ambos con éxito, y subimos cada uno a la siguiente de más peso, consiguiendo también levantarlas pero con dificultad. Eso sí, la de 154 kg no hay quien la mueva...



La última curiosidad de esta playa, es que en 1948 naufragó un pesquero inglés llamado Eding, por lo que la arena negra está cubierta de restos del naufragio y una cartel cuenta la historia de este evento y de los 5 tripulantes (de 19) que lograron salvar la vida.


Después de esta playa que tanto ha dado de sí, fuimos a Hellnar para visitar otro cráter, el de Bárdarlaug, aplanado y convertido en estanque por la acción del glaciar.


Hambrientos de las caminatas mañaneras fuimos a Arnarstapi para comer, y de paso visitar el lugar que Julio Verne hizo famoso en su "Viaje al Centro de la Tierra" y un curioso poste que muestra la distancia a distintas ciudades a través del centro de la tierra.



Después de la comilona que nos pegamos, yo pensé que teníamos un rato de digestión al volante, pero una zona a un lado de la carretera que parecía una cueva llamó la atención del marido "amante de las cuevas".
Efectivamente, se trataba de una cueva formada entre las rocas que las leyendas cuentan que vivía un semihombre/semitroll. Desde fuera la cueva, sobre la que revoloteaban cientos de pájaros, se veía impresionante, pero al poner un pié dentro la fascinación se ha multiplicado por mil.



El único problema, es que para poder andentrarte en la cueva, había que sortear una serie de rocas con cascadas, y en concreto, una de ellas marcaba el límite entre el turista normal y el turista "tengo los huevos enormes". Como xOUe pertenece a la segunda clase, se empeñó en que ambos sorteásemos esa cascada trepando por las rocas, pero mis piernas cortas no ayudan y tuvo que tirar prácticamente de mí, a la vez que otro turista me empujaba del culo para ayudar... Toda una estampa ridícula.


A partir de este momento, me declaré en huelga y no quise seguir avanzando, no por el problema de subir, si no porque ya pensaba que leches iba a hacer para bajar.
xOUe continuó junto con un chaval alemán, y siguió adentrándose en la cueva sorteando riachuelos y rocas hasta que dieron con una cascada que sólo podía pasarse escalando por una cuerda de nudos.
El alemán siguió, y xOUe decidió plantarse y, tras un rato, volver para que yo no me preocupase de no verle aparecer de vuelta.


La bajada fue un poco peliaguda, pero con ayuda pude hacerla, y por supuesto acabé con agua hasta las rodillas. De vuelta a la caravana, varios turistas nos preguntaban por la experiencia y xOUe con su fluido inglés les explicaba que había más allá de donde el resto habían llegado.

La última parada del día, antes de salir de la península de Snaefellsness, camino a Borgarnes fue en
Ytritunga, para acercarnos a la costa y ver si teníamos la suerte de ver algunas focas.
Nada más entrar en la zona costera y caminando unos pocos metros nos sorprendimos con una pareja de focas, a las que no les importó que les hiciésemos fotos e intentásemos flanquearlas por cualquier lado.
Vimos algunas focas más, pero sin duda estas eran las más cercanas y las más fáciles de captar con la cámara.


Y como el día ya no podía estirarse más, buscamos donde aparcar para pasar noche, tomar unas cervezas mientras escribíamos el post, e intentar no apenarnos porque ya nos va a tocar volver.

Nuestras aventuras por Islandia van llegando a su fin, pero los recuerdos y los buenos momentos se siguen acumulando.

Besos a todos,

xOUe&Nit


miércoles, 6 de agosto de 2014

Adentrándonos en la Península Snaefellsnes

Antes de salir del camping de Hvammstangi teníamos pendiente las labores básicas de mantenimiento de la caravana, vaciar los bits&pieces, pasar el cepillín, y de paso, ver un pedazo de camión caravana que había junto a la zona de vaciado. ¡Menudo camión! Así uno se recorre el mundo en dos patadas (y los adelantamientos se pueden hacer por encima de los coches... Huuuulk aplaaaasta).


Hoy teníamos como objetivo llegar a la península de Snaefellnes, al oeste de Islandia, pero en lugar de ir directos hemos hecho una pequeña desviación al sur para ver un par de sitios interesantes.
La primera parada ha sido para ver un par de cráteres de volcanes ahora inactivos, uno de ellos el Grabrók, y dar un pequeño paseo por el cono del cráter desde el que también se podía ver otro volcán adyacente.




A los pies del volcán hemos encontrado unas ruinas de lo que parecía una antigua granja, pero de la que aún quedaban intactas un montón de paredes, y se podía ver perfectamente su distribución.



La siguiente parada ha sido a pocos kilómetros, aunque nos hemos perdido para llegar (aquí en Islandia lo de señalizar de forma correcta los puntos de interés lo llevan fatal). El caso es que fue xOUe el que encontró en el mapa esta catarata, y en foto no parecía más que un pequeño saltillo de agua, pero al llegar casi nos quedamos con el culo roto... ¡Menuda maravilla!


Tras echar un vistazo desde un mirador superior, hemos podido bajar por un camino que llevaba hasta el nacimiento de la cascada, y hemos dedicado un buen rato a disfrutar observando los distintos saltos de agua, buscar caminos entre las rocas, y cotillear una especie de escala para peces.
Ha sido uno de esos sitios en los que hubiese merecido la pena quedarse más rato y hacer un buen picnic, pero se nos empiezan a acabar los días y comienza la contrareloj para ver todo lo que podamos antes del sábado que nos toca volver (snif snif).


Tras disfrutar de la catarata, vuelta a la caravana y a tirar carretera hasta Stykkishólmur (uno de los pueblos más importantes de la Peníndula de Snaefellness), mientras nos dábamos de tortas con el GPS que se empeñaba en mandarnos por otra carretera, y cuando le marcábamos la que queríamos coger no hacía mas que decir "error de ruta".
Unos pocos kilómetros más adelante hemos entendido al pobre GPS, la carretera que habíamos elegido no era de asfalto si no de grava, así que el camino ha sido un poco más lento de lo esperado, pero muy bonito.

Cuando ya hemos llegado a la parte de costa, e impresionados por los cortantes y la cantidad de islotes en el mar (aquí hay una leyenda local que dice "hay dos cosas en el mundo que no pueden contarse: las estrellas en el cielo, y los escarpados islotes de este fiordo"), hemos decidido hacer una parada en un mirador para tomarnos un bocadillo y estirar las piernas. ¡Que invento el bocadillo!.


Los siguientes kilómetros de carretera hasta Stykkishólmur han sido coser y cantar, y desde que hemos entrado en este pueblo... ¡que locura!
Lo primero es que, por primera vez desde que estamos aquí, hemos podido encontrar un Vínbúdin (liquor store) abierto. Así que a xOUe le ha entrado la locura y hemos comprado cervezas de distintos tipos (más cervezas de las que podemos beber estos días).
Lo siguiente era ir al puerto para visitar un islote que está unido a la costa por un puente, pero de después de aparcar la caravana y empezar a caminar, algo ha pasado en mis intestinos que casi me rompo. Hemos buscado un bar para poder usar el baño (a estas alturas podemos ser sinceros, si se te rompe la tripa mejor no hacerlo en la caravana, que luego te toca viajar oliendo a mierda suelta), y por no hacer simple uso del excusado hemos pedido algo para tomar... Cerveza para el niño, coca cola para mí, y algo para comer.... ¡ERROOOOR! Y más si se pide una tabla de pescados sin saber lo que te van a traer.


Dentro de los manjares del plato degustación estaba el típico salmón, unas gambitas, un mejillón, una vieira... hasta que ha dicho que había ballena y tiburón. xOUe es muy del dicho, donde fueres haz lo que vieres, así que si allí comen mierda de pato hay que probarla, y en este caso nos ha tocado probar ballena y tiburón.
La ballena tenía un pase, era como comer un filete de hígado, pero lo del tiburón no tiene nombre... ¡Menudo asco! y en esto hemos coincidido los 2, ha sido como comer amoniaco con sal. Y como colofón, nos han puesto otro pescado que era como comerse un ala de gaviota con plumas y todo.

Hemos salido de allí con cara de circunstancia y la boca con sabor a... mejor no doy detalles por si alguien lee los post mientras desayuna, come o cena (oh vaya! si antes ya hablé de cosas peores jejeje).

Al salir del bar hemos aprovechado para ir a ver la iglesia que quedaba cerca. Por lo visto el techo interior está lleno de luces que parecen estrellas, pero cuando hemos llegado ya estaba cerrada.
Así que sólo nos quedaba ir al puerto y visitar el islote de Súgandisey.
Hemos subido hasta el faro y hemos disfrutado de un estupendo viento que cortaba la respiración y que a mí casi me lleva volando.


Visto Stykkishólmur sólo nos quedaba hacer una última parada a las afueras, para subir la grandiosa montaña de Helgafell, un monticulillo de 75 metros pero de visita obligada. Las creencias populares dicen que a aquellos que la ascienden se les conceden 3 deseos, para ello hay que seguir 3 simples pasos:
1. Empezar la ruta en una tumba de una heroína local
2. Subir a pié hasta la cima sin pronunciar palabra y sin mirar atrás
3. Llegar a las ruinas de una capilla, mirar dirección Este y pedir los 3 deseos.

Así que como dos turistas bobos hemos seguido los pasos, hemos pedido nuestros deseos, y tras hacernos una foto hemos bajado a toda prisa porque el aire en esta zona sopla con mala leche.


El resto del camino lo hemos hecho del tirón hasta Hellissandur, por una preciosa carretera costera y disfrutando de bonitas playas de arena negra, agresivos acantilados, y las vistas del conocido monte Kirkjufell. Eso sí, acompañados de la lluvia islandesa (fina pero permanente).


Aquí,  en uno de los puntos más al oeste de Snaefellness, y a las puertas del Parque Nacional de Snaefellsjökul, haremos noche para mañana disfrutar de alguna que otra caminata por esta bonita zona.

Besos a todos con unas cervezas en la mano, y como dicen aquí... ¡Skál!


xOUe&Nit.


Mañana más!!

martes, 5 de agosto de 2014

Un día tranquilo por Akureyri

Ya tocaba salir de la zona del lago Myvatn para seguir nuestra ruta alrededor de Islandia.
Ha amanecido nublado y lluvioso, pero no nos ha importado, sólo teniamos que fregar los cacharros, poner a punto la Monstervan para salir y poner rumbo a nuestra primera parada del día: la catarata de Godafoss (la cascada de los dioses paganos).

Nos esperábamos encontrar una cascada tan bónita, y por lo tanto tan llena de gente. Casi hemos tenido que esperar cola para poder sacar nuestras fotos de rigor. La cascada se llama así porque en el año 1000, el regente de la época tomó la decisión de pasar de adorar a los dioses paganos nórdicos al cristianismo. Cuenta la leyenda que pasó por esta cascada y arrojó los iconos de los dioses paganos como muestra de fe hacia su nuevo dios.





Después de sortear un rato turistas para poder hacer un par de fotos, con las que Nita no ha quedado nada contenta, hemos continuado con nuestro camino hacia Akureyri. La ciudad más importante del norte de Islandia. Enclaustrada en la bahía de Eyjafjördur. Principalmente es una ciudad industrial, pero tiene un centro turístico muy bonito, con museos, galerias de arte, tiendas... así que hemos decidido aparcar la caravana y recorrer el centro a pié.



Tras hacer unas compras necesarias de souvenirs (Enrique JoseLuison sé que mañana es tu cumple ^_^) hemos buscado un sitio para comer que ya apretaba el hambre y Rub23 ha sido nuestra elección. Buen sitio para comer Sushi. Aunque ha caido de segundo una hamburguesa para Nit y un rico Fish&Chips con salsa picante de mayonesa para mí.

Con la tripota llena, hemos ido a dar un paseo a una galería de arte que tenía una exposición sobre el diseño gráfico durante los últimos 50 años en Islandia (un poco "meh" pero ha ayudado a bajar la comida)


De camino a la caravana hemos entrado en alguna tienda de souvenirs más (hoy no sé que nos ha dado pero estábamos consumistas) y hemos salido de Akureyri dirección Oeste sin parar hasta Hvammstangi. Un pueblo costero que destaca por un museo de focas que tiene (animales, que no lugareñas jeje).

Mañana seguiremos hacia el Oeste para llegar a nuestro último destino antes de volver a Reykjavik: la peninsula de Snaefellsnes.


Un abrazo a todos. Y en especial un beso muy grande a mi hermano Enrique y a mi prima Anita que mañana cumplen años.


Saludos!!

lunes, 4 de agosto de 2014

Ruta a la caldera del volcán Askja.

Llevábamos días planificando la excursión de hoy, y la única forma de hacerlo era a través de un tour contratado, ya que la carretera que lleva al volcán Askja es toda por suelo volcánico y sólo accesible para coches preparados.

La excursión salía a las 8 del centro de información de Myvatn, así que tocaba madrugón para no llegar tarde, aunque todo sea dicho, habíamos pasado noche lo más cerca posible para arañar minutos de cama.
Allí nos esperaba el súper autobús que nos llevaría al volcán, un autobús modesto, pero con ruedas que parecen sacadas de los espectáculos de monstertrucks, y es que, como comprobaríamos más tarde, la carretera era un pedregal de rocas volcánicas, y además había varios ríos que atravesar con el autobús.

No es fácil construir una carretera (si es que a eso se le puede llamar carretera) que te lleve a un volcán, así que la excursión ya nos habían avisado que duraría 12h por la dificultad de acceso (aún así hemos acabado fritos de tanto traqueteo en el bus).


A lo largo del trayecto hemos ido haciendo varias paradas para ver sitios interesantes que la guía nos iba apuntando.

Una de ellas, es que en esta zona tuvieron su propio "Curro Jiménez", un tipo que estuvo durante todo un invierno escondido en este paraje volcánico para huir de la justicia. Y hemos podido ver el sitio en el que estuvo escondido, un agujero entre rocas volcánicas que le sirvió de refugio y en el que tenía un flujo de agua corriente.
(El resto de visitantes han sido tímidos, y yo a la primera oportunidad me he tirado al agujero para sacarme la foto).

Durante practicamente todo el camino, hemos podido ver la montaña a la que llaman "la reina de las montañas" (Herdubreid) y que a nosotros nos recordaba a la montaña de la película Encuentros en la 3ª Fase. Como el día ha estado nublado no hemos podido ver su cumbre plana que quedaba escondida entre los nubarrones.


También hemos podido ver un río glaciar, procedente del glaciar Vatnajökull (aquel en el que hicimos crampones unos días atrás en una de sus lenguas, y que al ser tan grande vierten agua a todas partes de Islandia).

Dado que el camino al volcán es bastante complejo, y hay gente que lo hace en marchas de varios días, o en bici, moto, etc... a lo largo del camino hay una serie de refugios donde poder hacer noche o descansar entre etapas (que pena no tener más tiempo, aunque es una ruta dura de pelotas)


Tras varias horas de bus, con 1h parados porque el bus se ha estropeado (nada que no se pudiese solucionar después con un poco de cinta americana), varios ríos atravesados, y dolor de culo del terreno, hemos llegado a la última parada antes de llegar al volcán Askja. Una garganta, llamada la garganta de los dragones, por la que después hemos podido pasear un rato, y donde las curiosas formaciones de roca volcánica recordaban a estos animales mitológicos.




Una vez en el campo base de Askja por fin tocaba andar para recorrer el trecho desde el "parking" hasta la caldera del volcán.
El paseo ha sido duro ya que había bastante nieve, y hacía un frío de pelotas, pero como siempre ha merecido la pena.
Al hacer cumbre, hemos podido ver las calderas del volcán Viti (más pequeña y de agua color turquesa), y del volcán Askja, separadas por una pared de tierra. La primera de ellas de agua geotermal (la gente de las excursiones se suele bañar, pero debido a un corrimiento de tierra hace unas semanas nosotros no lo hemos podido hacer. El tsunami provocado por el corrimiento casi rompe el muro de tierra que separa las dos calderas), y la caldera del volcán Askja, impresionantemente grande y la causante de todo el terreno volcánico que hemos recorrido durante el día de hoy (incluso hemos podido ver los distintos tipos de lava según el año de la erupción)




La intención era aprovechar que habíamos hecho cumbre para comer, pero con tanto viento y frío hemos tenido que esperar a volver a la zona del autobús para zamparnos nuestros bocatas.

Mientras comíamos, nos hemos muerto de envidia al ver la cantidad de opciones de transporte que escoge la gente para visitar el volcán, y los quads en especial nos han puesto los dientes largos (aunque no sabemos como leches han pasado algunos ríos en los que el agua cubría más de media rueda de nuestro autobús).


Lo más rollo, las 4 horas de bus de vuelta a Myvatn, aunque la guía ha intentado amenizarnos con anécdotas y curiosidades islandesas.

¿Sabíais que Islandia no tiene un único Papa Noél si no 13? Y los niños islandeses dejan sus zapatos bajo la ventana 13 días antes de navidad y cada uno de esos días reciben un regalo de cada uno de estos 13 papás noél.
¿Sabíais que los apellidos de los Islandeses se ponen con el nombre del padre terminado en "dottir" si es hija, o en "son" si es hijo?
Es decir, que Guillermo sería "Guillermo Jose Luisson" y yo sería "Ana Robertodottir".

Y entre anécdota y anécdota, charla y cabezada, hemos llegado de vuelta a Myvatn donde de nuevo pasaremos noche para mañana ya ir de camino a Akuyeri (y fastidiarnos con la lluvia que volverá a acompañarnos hasta el final del viaje).

Besos volcánicos a todos.

xOUe&Nit.